Cada vez es más evidente que el mundo se encuentra en un momento de transición geopolítica en la hegemonía global que pasa por un traspaso del poderío de occidente a oriente, aseguró hoy en el XIV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, el Doctor en Ciencias Faustino Cobarrubia Gómez, investigador y jefe del Departamento de Comercio Internacional e Integración Económica del Centro de Estudios de la Economía Mundial.
El especialista, moderador de la comisión «Mutaciones en la hegemonía. Contradicciones e interdependencias entre las grandes potencias. El uso de sanciones»; consideró que este acontecimiento no supone solamente una crisis de transición hegemónica, como en puntos anteriores de la historia, sino que coincide, y se combina, con otros aspectos de la economía mundial inmersa en múltiples crisis, incluso con repercusiones medioambientales, que tienen que ver con la supervivencia humana.
Al unísono de este panorama, la potencia hegemónica se resiste, lógicamente, a perder su posición y hace todo lo posible por no caer, por lo cual recurre al elemento de las sanciones económicas, las cuales expresan, en última instancia, la decadencia del poder hegemónico ejercido por Estados Unidos, explicó.
Precisó que ese proceder, paradójicamente, contraviene sus intereses en el orden económico, pues ante esta realidad son cada vez más los países que recurren a monedas propias y acuden a otros mercados para intentar sobrevivir ante la volatilidad del dólar en la actualidad.
Cobarrubia Gómez aclaró que el mundo vive una encrucijada decisiva y a la vez peligrosa en la historia que tiene su impacto en los países subdesarrollados y determina la urgencia de encontrar soluciones, porque todas esas contradicciones van a parar con mayor crudeza al sur global con consecuencias insospechadas para sus pueblos como las escaladas de violencia y el cambio climático entre otros síntomas de la crisis.
Entre las claves de la disputa subrayó el apartado tecnológico, donde el dominio de la tecnología determinará quién ocupará con mayor facilidad el vacío de poder.
Es el dominio tecnológico, acotó, lo que explica muchos fenómenos actuales como la lucha por el 5G, y los implementos y plataformas informatizadas que se van lanzando, porque justamente el país que establezca su control sobre ellas será el que tenga la mayor productividad del trabajo.
Lo cierto es que la expresión de esas contradicciones, se notan en muchas esferas que engloban el ámbito comercial, el financiero, el monetario, incluso el cultural, valoró.